La sociedad actual se establece en un mundo cambiante, en una época de transformaciones y en un período de transición a la adaptación de la sociedad a las tecnologías. Internet, móviles y videojuegos ocupan un espacio importante en el proceso de socialización, influyendo en comportamientos y actitudes (Carbonell, 2014).
¿Qué son los videojuegos?
Los videojuegos son una forma de entretenimiento queno deja de crecer y hoy en día representa un negociomillonario. Las motivaciones que llevan al adolescente a practicar con los videojuegos son según Castellana, Sánchez, Graner y Beranuy (2007):
- Permiten vivir una aventura en primera persona donde el adolescente pone en práctica estrategias en un entorno virtual sin consecuencias en la vida real.
- Infieren en valores como la tecnología, la informática y la novedad.
- Son cómodos, accesibles y económicos y se pueden realizar en grupo o en solitario.
- Influyen en la autoestima, la confianza en uno mismo y la capacidad de superación.
- Son emocionalmente estimulantes debido a su intensidad y rapidez.
Estudios recientes europeos muestran que la prevalencia de adicción a los videojuegos entre los 13 y los 20 años supera el 5%, si bien hay diferencias entre zonas geográficas (por ejemplo, entre países occidentales y asiáticos). Como en otras adicciones, los rasgos más característicos son la relevancia en la vida del individuo, la capacidad de provocar alteraciones en el estado de ánimo, la tolerancia, los síntomas de abstinencia, el conflicto (interno y externo que provoca) y la recaída (Jiménez Murcia, 2018).
El adolescente pasa a utilizar con más frecuencia el videojuego por el efecto de la novedad, y en la mayoría de casos esta conducta remitirá espontáneamente o con la ayuda de la familia. No obstante, muchos jóvenes explican que durante un período de su vida los videojuegos perjudicaron su rendimiento escolar, motivaron tensiones familiares y redujeron sus relaciones sociales (Castellana, Sánchez, Graner y Beranuy, 2007).
¿Cómo prevenir la adicción en los adolescentes?
Para su prevención, son necesarias campañas de educación y sensibilización en escuelas, pero también en la comunidad, sobre el uso saludable de las nuevas tecnologías. Es necesario que la población, globalmente, se implique en este propósito. Padres y educadores tienen una responsabilidad destacada en la enseñanza de los aspectos beneficiosos de las nuevas tecnologías, pero también de su riesgo (Jiménez Murcia, 2018).
Recientes estudios apuntan que la limitación del tiempo y de los contenidos son factores clave de protección, de cara a los niños y adolescentes. Según Jiménez Murcia (2018), las familias han de:
- Estar informadas de cuándo y cómo se están utilizando estas nuevas tecnologías.
- Deben estar en lugares comunes, ser una forma de distracción y de compartir tiempo libre para toda la familia, evitando que se utilicen como un mecanismo de aislamiento y desconexión por parte del niño.
- Se debe negociar el tiempo de uso y ayudar al niño a ser consciente de cómo las nuevas tecnologías disminuyen la percepción del tiempo.
Aunque en la cuestión del tiempo de uso no existen todavía demasiados estudios hay cierto consenso en que un uso saludable puede situarse en 1-2 horas (mejor si no son diarias), tras las tareas escolares y en el contexto de otras aficiones y actividades sociales, deportivas, o lúdicas (Jiménez Murcia, 2018).
Bibliografía.
Carbonell, X. (2014). La adicción a los videojuegos en el DSM-5. Adicciones, 26(2), 91-95.
Castellana Rosell, M., Sánchez-Carbonell, X., Graner Jordana, C., & Beranuy Fargues, M. (2007). El adolescente ante las tecnologías de la información y la comunicación: internet, móvil y videojuegos. Papeles del Psicólogo, 28(3), 196-204.
Jiménez Murcia, S. (Mayo de 2018). Escuelas: atentos a los videojuegos. El Ciervo, pág.12.